Somos lo que comemos. Y también lo que bebemos. Recientes estudios demuestran la importancia de una correcta hidratación para nuestra salud. Y cuando decimos correcta no solo nos referimos a una cantidad suficiente diaria, también al tipo de agua.
El agua alcalina, en este sentido, aporta multitud de beneficios a nuestro organismo. Pero primero, aclaremos qué es el agua alcalina, que no es más que agua corriente que ha sido sometida a un proceso de ionización, por lo que obtenemos un agua ionizada con mayor carga de hidrógeno y con un pH superior a 7.
Esta nueva estructura hace que este agua sea beneficiosa para controlar las digestiones, que nos ayude a mejorar el estado de salud de nuestra piel, nos provee un mejor descanso y mucho más. Entre otras cosas, el agua ionizada hace frente a los radicales libres y al estrés oxidativo en el organismo, que ya se sabe que son factores de gran peso en enfermedades como el cáncer y otras de tipo degenerativo.