Dentro de los tratamientos dentales, existe un miedo generalizado a los implantes dentales. Muchos pacientes postergan el momento por miedos asociados al dolor, el resultado final, los posibles rechazos, etc.
Como todo tratamiento, existe un porcentaje de error. Una mala praxis por parte del especialistas, complicaciones, incompatibilidades en la boca del paciente, posibles infecciones o alergias… pero nada distinto a lo que nos podemos encontrar en cualquier otra intervención.
El grado de especialización y el desarrollo de esta práctica en el ámbito de la implantología en Sevilla hace que sea una práctica con un porcentaje de éxito casi absoluto.
Si el paciente se ha sometido a un completo estudio, el profesional realiza el trabajo respetando sus tiempos y se siguen las indicaciones proporcionadas por el cirujano para un buen postoperatorio, no existen indicios para pensar que puedan aparecer adversidades.