Son múltiples los factores que pueden favorecer la aparición de manchas en nuestro rostro. El paso del tiempo, la acción del sol o factores hormonales, son sólo algunos de ellos.
Cuando nos encontramos ante esta situación, tendemos a no estar muy orgullosos de ellas e intentamos por diferentes vías hacerlas desaparecer.
Si decidimos eliminar las manchas faciales a través de cirugía láser, lo primero que tenemos que hacer es realizar un diagnóstico previo de la mancha y su grado. Aunque el tipo de mancha más frecuente es el denominado melasma, causado por la acción del sol, no debemos dar por sentado que éste es el tipo de mancha que tenemos, y llevar a cabo de igual forma tal diagnostico clínico.
La técnica del láser es la más apropiada para eliminar manchas provocadas por el sol, fruto del envejecimiento o bien manchas marrones provocadas por distintos factores. Este tratamiento consiste en una serie de ondas de luz en las áreas afectadas. Esta luz atraviesa la piel y es absorbida por la hemoglobina o la melanina, dependiendo de los daños que queramos reparar en nuestra piel.
Tan sólo necesitarás entre una y cuatro sesiones de 15 minutos para eliminar estas odiosas manchas de tu rostro y hacer como si nada hubiera pasado. Por lo tanto, este tratamiento estético de cirugía láser es una oportunidad para que tu rostro luzca como siempre has querido.